Cada año, la Bahía de Samaná y sus aguas aledañas, ubicadas en el noreste de la República Dominicana, se convierten en el escenario de uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza: la llegada de las ballenas jorobadas. Miles de estos majestuosos cetáceos abandonan el Atlántico norte para migrar hacia las cálidas aguas del trópico, donde encuentran sus áreas de cría y reproducción. Descubrir a estos gigantes marinos en su hábitat natural es una experiencia que debes vivir al menos una vez en la vida.
La Península de Samaná es un lugar lleno de sorpresas. Antiguo refugio de piratas y un destino turístico idílico, este rincón de la República Dominicana es un auténtico paraíso natural. Entre sus múltiples atractivos, destacan el Parque Nacional Los Haitises, las hermosas playas de Las Galeras y Las Terrenas, la espectacular cascada El Limón, el famoso Cayo Levantado, y, por supuesto, el Santuario de Ballenas Jorobadas.
El Santuario de Ballenas Jorobadas en República Dominicana
El mar Caribe, en contacto con el océano Atlántico, alberga uno de los ecosistemas más ricos del planeta. En esta franja se encuentra la República Dominicana, cuyas cálidas aguas, repletas de arrecifes de coral, son el hogar de una gran variedad de especies marinas, incluyendo la imponente ballena jorobada (Megaptera novaeangliae).
Para proteger esta increíble vida marina, República Dominicana estableció en 1986 el Santuario de Mamíferos Marinos Bancos de La Plata y Navidad, considerado uno de los primeros y más grandes áreas protegidas de mamíferos marinos en el mundo. En este santuario, que abarca más de 50,000 km², entre 1,500 y 2,000 ballenas jorobadas visitan anualmente sus aguas, junto a delfines, manatíes y orcas.
La ballena jorobada es uno de los rorcuales más grandes, alcanzando longitudes de más de 15 metros y pesando más de 30 toneladas. Estos cetáceos se alimentan en aguas árticas y subárticas durante el verano, y migran hacia las zonas tropicales para reproducirse en invierno, un viaje que puede superar los 1,000 km.
Mejores Momentos para Ver a las Ballenas en Samaná
La temporada de observación de ballenas en la Bahía de Samaná se extiende desde mediados de enero hasta finales de marzo, siendo febrero el mes ideal para el avistamiento. Durante este período, las excursiones en lancha o barco permiten a los visitantes observar a las ballenas en su entorno natural. En aproximadamente 3 a 4 horas de navegación, los turistas pueden disfrutar de las impresionantes acrobacias de estos gigantes marinos. ¡No olvides llevar tu cámara!
Si prefieres permanecer en tierra, el Observatorio Terrestre de las Ballenas, ubicado en Punta Balandra, ofrece una excelente vista de las ballenas jorobadas, siempre y cuando las condiciones lo permitan. Inaugurado por el Ministerio de Medio Ambiente en 2011, este mirador es el mejor lugar para observar desde la costa.
Aprende Más sobre las Ballenas en Samaná
Si visitas Samaná fuera de la temporada de avistamiento o simplemente deseas aprender más sobre estas fascinantes criaturas, no te pierdas el Museo de las Ballenas en Samaná. Este museo es una excelente opción para enriquecer tu conocimiento sobre la vida marina de la región.
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