El pasado 12 de agosto de 2024, una antigua pirámide en México sufrió un colapso tras una intensa tormenta, lo que ha encendido la preocupación entre los habitantes locales. Este suceso ocurrió en la Zona Arqueológica de Ihuatzio, en el estado de Michoacán, donde las fuertes lluvias causaron el derrumbe de esta estructura prehispánica. Curiosamente, este incidente tuvo lugar poco después del desplome de un icónico arco en Glen Canyon, Utah, lo que ha hecho que algunos cuestionen si se trata de un simple fenómeno natural o algo más profundo.
¿Un Fenómeno Climático o un Presagio?
Aunque los expertos atribuyen el colapso a las condiciones climáticas extremas que se han vuelto más comunes a nivel global, algunos habitantes locales creen que podría tratarse de un mal presagio. La pirámide, que tiene más de 1,100 años, ya mostraba signos de desgaste debido a las altas temperaturas, lo que provocó grietas que permitieron la infiltración de agua. Finalmente, una intensa tormenta en la noche del 29 de julio provocó el colapso de la fachada sur de la estructura.
Respuesta de los Expertos
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) respondió de inmediato, enviando a su equipo el 30 de julio para evaluar los daños. Según su informe, al menos seis secciones escalonadas de la base sur resultaron afectadas, comprometiendo tanto las paredes exteriores como el núcleo interno de la pirámide.
Importancia Histórica de Ihuatzio
En su apogeo, Ihuatzio cubría más de 150 hectáreas y albergaba al menos 84 estructuras, de las cuales actualmente siete están abiertas al público. Este asentamiento fue ocupado por primera vez en el año 900 d.C. por grupos de habla náhuatl, alcanzando su esplendor entre 1200 y 1521 d.C., cuando se convirtió en la sede principal del imperio purépecha, una civilización contemporánea y rival de los aztecas.
Significado Cultural y Ritual
Las pirámides en Ihuatzio no solo tenían una función política, como símbolo de poder, sino que también se utilizaban para rituales espirituales. Ante la reciente caída, la comunidad purépecha ha expresado su preocupación, interpretando el colapso como un mal augurio, basado en sus antiguas tradiciones.
¿Una Señal Divina?
Tariakuiri Álvarez, un miembro de la comunidad purépecha, publicó en Facebook su interpretación del evento, señalando que la caída de estructuras sagradas en el pasado había sido vista como una señal del descontento de los dioses, Nana Kuerhaépiri y K’eri Kurikweri. Según Álvarez, antes de la llegada de los conquistadores, ocurrió algo similar, lo que en su momento fue interpretado como una advertencia divina.
Este acontecimiento ha despertado un renovado interés en la cultura purépecha y plantea preguntas sobre el impacto del cambio climático en la preservación de sitios arqueológicos de gran valor cultural.
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